Algo de historia, la Universidad de Göttingen cumple 280 años
La Universidad de Göttingen fue fundada en 1737 a instancias del gobernante local el elector George Augustus de Hanover quien era a su vez rey de Inglaterra bajo el nombre de Jorge II. La Universidad se crea bajo el espíritu de la ilustración por lo cual la investigación fue liberada de la censura de la iglesia, y para las nacientes disciplinas científicas se asignaron excelentes científicos y académicos como, por ejemplo, el médico, investigador naturalista y poeta Albrecht von Haller, el físico, filósofo y autor Georg Christoph Lichtenberg y más adelante el matemático y astrónomo Carl Friedrich Gauß.
La Universidad de Göttingen tiene una larga tradición en la defensa de derechos y libertades: cuando en 1837 el rey Ernesto Augusto de Hannover rescindió la constitución promulgada por su predecesor, siete profesores de la Georgia-Augusta, entre ellos los eruditos Jacob y Wilhelm Grimm, manifestaron su desacuerdo por escrito. Esta protesta causo que los profesores perdieran sus puestos y algunos fueron expulsados del territorio. Si bien está acción no tuvo una resonancia masiva en Göttingen, si tuvo mucho eco en toda Europa, y la universidad perdió reputación y muchos estudiantes se fueron a otras universidades. La protesta de los “Siete de Göttingen” se considera uno de los hitos en la construcción de la sociedad civil alemana.
A principios del siglo XX, la Universidad experimentó una segunda fase de gloria especial. Göttingen se convirtió en un centro de ciencia y erudición. Numerosos eminentes investigadores dieron conferencias, trabajaron y/o estudiaron en Göttingen durante este período, muchos de los cuales fueron galardonados con el Premio Nobel por su trabajo realizado aquí: Otto Wallach (Química, 1910), Walther Nernst (Química 1920), Richard Zsigmondy (Química, 1925), Adolf Windaus (Química, 1928) y Werner Heisenberg (Física, 1932). En 1954, Max Born, profesor en Göttingen desde 1922 hasta que se vio obligado a emigrar en 1933, recibió el Premio Nobel de Física por su investigación pionera realizada en Göttingen.
En los años 1933 a 1945, la tradición de libertad de pensamiento de la Universidad de Göttingen se rompió, generando consecuencias devastadoras: los académicos de Göttingen resistieron poco al nacionalsocialismo, su ideología inhumana y su fanatismo racial. Como resultado, la conformidad política se impuso rápidamente en la Universidad, numerosos profesores se vieron obligados a jubilarse, y los estudiantes se des-matricularon en gran número. Después de la Segunda Guerra Mundial, comenzó un proceso para restaurar Göttingen como un centro de ciencia y erudición, siendo además la primera universidad alemana en retomar actividades después de la guerra.
En 1957 un evento de importancia política y moral puso a la Universidad de Göttingen en el mapa: la “Declaración de Göttingen”. El 12 de abril de ese año algunos de los más destacados científicos nucleares de la época como Otto Hahn, Werner Heinsenberg, Carl Friedrich von Weizsäcker, publicaron un documento denunciado los planes del gobierno alemán de equipar Alemania con armas nucleares. A mediados de la década de los 50 se daba en Alemania un álgido debate acerca de la implementación de armas tácticas nucleares como aquellas operadas por el ejército norteamericano. Ante la trivialización del peligro de estas armas por parte del gobierno, el grupo de científicos lanzó una declaración firmada repudiando la trivialización que el gobierno alemán hacía de estas armas y demandando que la gente sea extensamente informada sobre los peligros de las armas nucleares, y exigiendo al gobierno desistir de armar al ejercito con estas armas. Es así que la “Declaración de Göttingen” desató un movimiento contra el armamento nuclear cuya influencia llega hasta hoy.
El pasado y el presente de la Universidad de Göttingen se caracterizan por la búsqueda de la excelencia en ciencia, erudición y educación. Su éxito se ve reflejado en la larga lista de ganadores del Premio Nobel asociados con la Universidad, incluidos los investigadores Prof. Dr. Manfred Eigen, Prof. Dr. Erwin Neher, y el más reciente, el Prof. Dr. Stephan Hell, quienes aún continúan su trabajo en el Camus Göttingen. La Universidad se reconoce como una fuente de innovación para enriquecer todas las esferas de la vida, es una institución que brinda igualdad de oportunidades sin distinción de etnias, nacionalidades, genero, cultura, y religión; y está comprometida a observar estrictamente los principios éticos de la práctica científica.